Para ser honestos, cuando se habla de viajar siempre existe un punto en el que se  termina hablando de comida. La comida que se prueba en un viaje es siempre uno de los más importantes factores de recordación para  la mayoría de las personas, ya sea porque literalmente fue algo que dejó «un buen sabor de boca» o por que la experiencia culinaria no fue del todo buena. Sea como sea, la comida tiene la magia de poder crear experiencias que no se olvidan.

Habiendo reconocido ya la importancia de la gastronomía en los viajes pasaremos a hablar de EL TURISMO GASTRONÓMICO, que se ha vuelto sin duda alguna una tendencia de constante crecimiento al rededor del planeta. Siendo expertos amantes de México hablaremos hoy de la manera en la que este país ha ido adoptando como propia esta tendencia, la cual es una variante interesante del turismo convencional.

El TURISMO GASTRONÓMICO está estrechamente ligado a la cultura del destino visitado, ya que al rededor del 70%  de los viajeros utilizan la gastronomía como un medio de acercamiento a las culturas locales, involucrando cada uno de los elementos relacionados con la preparación de los alimentos en sus viajes: visita a los mercados tradicionales para la compra de insumos frescos, charlas con los lugareños, así como participación en ferias y eventos gastronómicos.

Dada la demanda y la importancia que ha adquirido esta tendencia, se han creado varias «rutas gastronómicas» dedicadas a  conocer y resaltar las propiedades de algún insumo o comida en específico; por ejemplo en Bernal Querétaro existe «La ruta del queso y el vino», en Tapachula Chiapas se ofrece la «Ruta del café» y que decir de la afamada y mundialmente conocida «Ruta del tequila», en Tequila Jalisco.

Las clases y talleres de cocina son también una parte importante de poder practicar en su  forma más pura el TURISMO GASTRONÓMICO, ya que en ellos se aprende desde el mejor lugar para obtener los insumos necesarios en la preparación, hasta los secretos culinarios mejor guardados que solo un experto de la cocina mexicana puede compartir. Quienes gustan de viajar para tomar este tipo de clases y talleres son viajeros que vienen no solo desde diversas partes de México sino de países lejanos, movidos por la inquietud de probar y aprender a preparar los platillos más representativos de la gastronomía de México, la cual  es orgullosamente reconocida a nivel mundial.

Este tipo de turismo no se limita únicamente para aquellos que aman comer o que trabajan en el rubro gastronómico, si no que puede ser una excelente opción para quienes estén dispuestos a vivir una aventura culinaria en la que podrán explorar sabores nuevos y deleitar su paladar.

Algunos de los hoteles catalogados como miembros selectos de HOTELES BOUTIQUE DE MÉXICO ofrecen rutas gastronómicas y  talleres de cocina a sus visitantes,  Mesón Sacristía de la Compañía y su taller de cocina poblana es todo un éxito, así como Hacienda los Laureles en Oaxaca y su especialidad para elaboración de moles.

En las instalaciones de la Finca Argovia en Tapachula se podrá conocer la «Ruta del Café», mientras que si te hospedas en Casa Mateo de San Sebastián Bernal, Querétaro podrás vivir la experiencia de la «Ruta del Vino y el Queso» en las regiones vitivinícolas del municipio.

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