El turismo es un fenómeno social que ha estado presente en el mundo desde épocas remotas, el cual con el paso del tiempo ha tomado cada vez más importancia y  ha ido adaptándose en cada región del planeta en el que está presente, lo que nos lleva hoy a conocer una de sus mejores facetas, la del TURISMO DE EMOCIONES.

Si no habías escuchado el término, solo basta hacer énfasis en su nombre para comprender que esta faceta del turismo lleva consigo el hecho de involucrar sentimientos y emociones en los viajes. Pero algo tan maravilloso solo puede ser logrado creando nuevas alternativas al público, es decir, encontrando la manera de que los lugares visitados se vivan de una manera única, manteniéndose alejados de las masas con el afán de lograr una diferenciación notoria con el resto de los viajes convencionales. Al final todo esto se traducirá en que esa «EXPERIENCIA DE VIAJE» creará un recuerdo satisfactorio y duradero que a su vez despertará el deseo de vivir ese tipo de experiencias nuevamente en un corto plazo.

El TURISMO DE EMOCIONES busca satisfacer una demanda específica y exigente, en dónde el viajero ya no se conforma con los clásicos tours y actividades populares, por lo que al viaje hay que añadirle EMOCIONES. Si bien es cierto que a estos viajeros hay que ofrecerles lugares que no sean muy concurridos ó hasta cierto punto desconocidos, tampoco se trata de «inventar el hilo negro» si no que también se puede ofrecer una experiencia llena de emociones mostrando un destino ya conocido, pero de una manera única y diferente en la que tengan la oportunidad de sentirse como un ciudadano más, probar las tradicionales recetas de los platillos más representativos y explorar rincones apartados de los grandes movimientos de personas.

Definitivamente el TURISMO DE EMOCIONES ha llegado a imponer un reto para quienes estamos inmersos en este ámbito como prestadores de servicios turísticos, debido a la complejidad que representa el encontrar la parte auténtica de cada viaje y la obligación de estar renovándose día con día; sin embargo hay que tener clara una cosa «PARA PROVOCAR UNA EMOCIÓN HAY QUE CONOCER BIEN LOS INTERESES DEL VIAJERO», si tenemos clara esta parte, tenemos ya ganado un porcentaje de satisfacción importante.

En Hoteles Boutique de México nos gusta conocer a nuestros clientes, para nosotros es primordial indagar en los motivos que los han llevado a querer viajar. Contando ya con esa información y aunado a nuestro amplio conocimiento de las regiones en las que nuestros hoteles se localizan (actividades,festividades, clima, mejor época para viajar, novedosas y auténticas atracciones, etc), encontramos la manera perfecta de crear un vinculo emocional entre nuestros viajeros y nosotros, dándoles no solo lo que necesitan, si no lo que ellos no sabían que necesitaban.

En definitiva, la mejor forma de lograr la fidelidad de un viajero en EL TURISMO DE EMOCIONES es a través de alcanzar su entera SATISFACCIÓN.

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