Uno de los grandes atributos que tienen los Hoteles Boutique es que en cada uno de sus detalles podemos encontrar el trabajo, gustos y sueños de personas que han trabajado en crear estos espacios para el deleite de sus huéspedes. Hoy te presentamos esta entrevista con Sally Rangel, quién nos cuenta más sobre Villa Ganz.

Datos biográficos: Nací en Guadalajara, Jalisco. Hablo cuatro idiomas (Español, Italiano, Ingles y Frances) y fui durante casi 20 años directora de la Escuela/Agencia de Modelos Maniquí.

Cita Favorita: Hay muchas citas que me encantan. Al hablar de Villa Ganz me viene a la mente una de Proust: “Si soñar un poco es peligroso, la cura para ello no consiste en soñar menos sino en soñar más, soñar todo el tiempo”.

¿Cómo define un hotel boutique?

Un pequeño hotel que personifica el espacio creativo y la hospitalidad cálida.

¿Cuál es el concepto detrás de su hotel? ¿ Su inspiración?

La casa (anteriormente propiedad de la familia de Lorena Ochoa) y su localización geográfica fueron determinantes para desarrollar el concepto: una atmósfera refinada que recordara las viejas casonas típicas de Guadalajara así como de las antiguas haciendas que mezclaban mobiliario y accesorios europeos con objetos artesanales de nuestro país.

¿Qué lecciones de vida ha aprendido al abrir/operar su hotel?
¡Muchas! Todos en Villa Ganz hemos aprendido por ejemplo, lo ávido que está cierto segmento del turismo o visitantes en general, de recibir una excelente atención y cómo agradece y aprecia cuando la recibe. Todo el equipo del hotel hemos experimentado un sin fin de satisfacciones por hacer bien nuestra labor que nos ha estimulado enormemente para seguir adelante. Tenemos el poder de moldear la experiencia que uno tendrá en Guadalajara y tomamos el papel de embajador del destino muy en serio.

¿Cuál es su definición de servicio?
Tener precisamente vocación de servicio. Nuestro equipo no sólo está capacitado en sus respectivas áreas sino que absolutamente todos tienen esa vocación de servicio que se requiere en un hotel de nuestra categoría. Todos nos sentimos orgullosos y afortunados de poder ofrecer un servicio amistoso pero respetuoso, consistente y, por supuesto,  eficaz.

¿Cómo se involucra y/o apoya a la comunidad local?
Para empezar, yo soy de Guadalajara y amo a mi ciudad. Todo nuestro equipo está al tanto de lo que sucede en Guadalajara en cuestiones gastronómicas o artísticas; pueden orientar o incluso sugerir al huésped qué sitios visitar, dónde encontrar lo que buscan o qué los puede sorprender. Es una retroalimentación constante con nuestra comunidad y nos encanta poder formar parte de ella.

¿Cuál es la experiencia local que se recomienda a sus huéspedes?
Debido a que Villa Ganz sólo cuenta con 10 habitaciones, podemos establecer una comunicación muy particular con nuestros huéspedes. De esta manera, de acuerdo con los intereses y tiempo de cada visitante podemos sugerir lo que puede gustarle más: museos y galerías, tiendas de decoración, antigüedades o artesanías; restaurantes y bares, boutiques de ropa, espectáculos cultos o populares, servicios de transportación … absolutamente todo lo que pueda gustar o requerir—y hasta cosas que ni sabían que le iba a encantar!

¿Cuáles serían sus consejos para quienes piensen abrir/operar un hotel boutique?
No dejar de ser románticos. Combinar ese aspecto con lo pragmático. Esa es la única manera de que un hotel de este tipo tenga alma. Como diría el señor Proust: no sólo animarse a soñar, sino soñar todo el tiempo.