La risa es, por definición, SALUDABLE..

Existen infinidad de estudios científicos que hablan de los beneficios que tiene para el ser humano la risa, ya que es una muestra positiva que nos hace sentir bien y al hacerlo, el cerebro libera sustancias benéficas que eliminan energías negativas liberando «endorfina», la hormona de la felicidad.

Pero de lo que queremos hablar hoy es de la genuina capacidad que tiene la risa de poder contagiarse.

Un claro ejemplo de contagio de risa es cuando estamos en el cine viendo una película cómica y el resto de los asistentes comienza a reírse tanto que despiertan en tí la sensación de querer reírte aún más fuerte. Que decir de cuando escuchamos algún chiste que en ocasiones no resulta ser tan gracioso, pero la  persona que lo cuenta lo hace de una manera divertida y comienza él mismo a reírse, no podemos evitar contagiarnos de esa alegría que emana de su sonrisa y por ende terminamos riéndonos con la misma intensidad.

Existen unas minúsculas partes de nuestro cerebro que son las responsables de que esto suceda, ¿habías oído hablar de las NEURONAS ESPEJO? Estas neuronas tienen la capacidad de imitar reacciones del cuerpo de otras personas, como movimientos y también emociones. Estas mismas neuronas espejo son las mismas que te hacen bostezar cuando vez a otra persona cerca de ti hacerlo.

Estas células nerviosas de nuestro cerebro se activan cuando observamos a alguien realizando algún tipo de acción, la cual inconscientemente llama nuestra atención y tendemos a imitarla, lo cual se deriva en un reflejo de la sensación de la otra persona como propia, de allí el nombre de “espejo”.

Conociendo los beneficios que  la risa brinda a la salud se ha utilizado con fines incluso terapéuticos, como es el caso de la riso-terapia, cuya filosofía es utilizar la risa como la curación de algún malestar físico o enfermedad. Esta técnica se basa en la capacidad de contagio de la que anteriormente hemos hablado, para utilizarla en terapias grupales dónde todos los integrantes se contagian uno a uno las risas.

No limítes tus risas, comparte una carcajada y contagia a todos en tu entorno de felicidad.