ORGÁNICO HOTEL BOUTIQUE, EL PARAÍSO EN EL AJUSCO
EL HOSPEDAJE constituye un selecto escondite con siete suites/cabañas a todo lujo; queda en el bosque más grande de la ciudad más poblada del mundo.
Con su Pico del Águila, la zona más alta del sistema de montaña que posee una altura tres mil 930 msnm, de la Sierra del Ajusco-Chichinauhuatzin, vigila a la Ciudad de México; con sus ancestrales pinos, oyameles y madroños. El clima templado,con la misma altura de los Alpes suizos,baña con sus vientos aún en días hermosos de sol: el frío del Ajusco es parte del imaginario de los citadinos que visitamos desde siempre sus bosques, nuestro querido bosque a 30 minutos de la megalópolis, paseo obligado fin de semana, de ida y vuelta, hasta ahora.
Hacia el kilómetro 12.5, pasando los comedores se hallan sabrosas quesadillas y conejo a las brasas y el caldo de hongos con sabor a leña, entre otros manjares de la enogastronomía del Ajusco. En medio de ese olor que nos relaja y alegra, hacia el final de los campos con aviones que sirven de campo de batalla de rifles de gotcha, por la avenida 12 de diciembre, aparece oculto el Orgánico Hotel Boutique, selecto escondite con siete suites/cabañas todo lujo, con chimeneas y vitrales estilo industrial minimalista.
A escasos 10 minutos de los comedores, por una exquisita brecha de piedra que va descubriendo los jardines llenos de esplendor y verde limón de los pinos de árboles para la Navidad que la población de San Miguel Ajusco ofrecerá en temporada.
UN COLUMPIO RÚSTICO.
Con total seguridad para el visitante, al pie de la montaña, un equipo de profesionales en hotelería, muchos oriundos de la misma zona, con gran calidez y destreza, reciben a los visitantes que han reservado para ocupar las siete cabañas distribuidas en sus armónicos jardines que llevan por nombres Chula Vista, Loma Alta, Don Pedro e Isaura, en barrancas bien diseñadas para que el caminante y el juego, en este Orgánico Hotel Boutique, sea el añejo vivencial del Ajusco, ahora para dormir y desear todas las estrellas y el arrojo nocturno del sabroso frío, que puede presumir del bosque más grande en la ciudad más poblada del mundo, y que en medio del jardín pendula de un pino de 30 metros de altura, un columpio rústico que atrapa en 180 grados el fervor del visitante.
“La mejor experiencia de montaña en la Ciudad de México”, acota su slogan. Un redondel y caballeriza, gran salón/auditorio para 130 personas, con aulas ejecutivas que disponen de sistema de audio, proyector y computadoras, para grupos empresariales; una cabaña restaurante con jardines con una cocina comandada por un equipo surgido del restaurante Paxia, de San Ángel.
MENÚ DE MONTAÑA. Las carnes y cortes a la parrilla, presumidas hamburguesas, su “caldo loco” bien caliente, exclusivos sopesitos de chorizo y quesadillas de flor de calabaza y huitlacoche, atún y salmón a las brasas con costra de pimienta y finas yerbas y verduras a la mantequilla sobresalen entre las propuestas de una amplia carta. Inéditas, créanme, salsas verdes y rojas, la mayoría de la cocina es la joya de la corona.Un menú de montaña bien puesto .
Las cabañas premium son muy íntimas,dan la sensación de estar solitarios en el bosque: tienen un baño de lujo orgánico, una sala y balcones iluminados. Sus ventanales le dan un efecto de HD a la naturaleza, aún así, tienen televisión y cable. La señal de telefonía va y viene: el Ajusco te desconecta y te pone en sintonía contigo mismo. Es sencillamente delicioso tener el fuego y el bosque. Como un servicio ultra,el Orgánico ofrece bombonadas: una lumbre extra en el balcón con bombones para azar y chocolate.
A la mañana, Orgánico ofrece servicio de SPA con experiencias sensoriales y masajes en la habitación y paseos a caballos con los expertos pobladores de la zona y sus hermosos corceles. Hotel Pet Friendly, con room service y lavandería. En el segundo piso de la cabaña del restaurante vive un salón Casa Club, con salitas y libros de arte, una mesa de billar y cantina. ¡Excepcional!
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