Hotel Boutique Villa Montaña, refugio legendario en el cielo de Morelia
– Borges, Ginsberg, Grass, Heaney y Tranströme, históricos huéspedes
POR HÉCTOR LEÓN
“Huele a rosas”
Jorge Luis Borges al llegar al Villa Montaña
Era 1981, se celebraba el Primer Festival de Poesía de Morelia, asistían el beatnik Allan Ginsberg, que leería su poema “Aullido” y, junto a Günter Grass, Seamus Heaney y Tomas Tranströme (entonces, futuros Premios Nobel), harían de aquel legendario festival un mito. “Lo mejor que le ha sucedido a Morelia”, me dijo el propietario del Hotel Villa Montaña, el Conde Philippe de Reiset, quien fue el anfitrión de los poetas, y quien al recibir a otro poeta y huésped distinguido, Jorge Luis Borges, en su ceguera luminosa, recuerda que le dijo: “Huele a rosas”.
Homero Aridjis, director del festival, escogió el Villa Montaña para hospedar a los poetas, hotel icónico que se posa en la bellísima Loma de Santa María, con vista a toda Morelia, el antiguo barrio bohemio, guarida de artistas, profesores y algunos estudiantes que prestamos nuestros servicios de prensa al Festival de Poesía, y que en mi caso, tocara trasmitir por el hilo de telefax las notas de prensa de los reporteros al mundo, y que como chofer subía y bajaba los dos kilómetros de la serpenteante carretera al Villa Montaña, conduciendo a los poetas al Centro de Convenciones, en la hermosa avenida de Las Camelinas.
Tim Roth, el invitado especial del Festival Internacional de Cine de Morelia 2015, se hospedó en la suite presidencial, como muchos distinguidos personajes, que cuentan con la secrecía del hotel. A dos lumbres, a dos hogueras de las chimeneas de la sala y de la recamara que arden como las luces de Morelia nocturna que se divisa magnánima con sus dos torres de la Catedral iluminada y que desde la portentosa terraza de la villa se está en “un refugio de altura”, como reza su slogan. La suite presidencial me fue concedida el primer fin de semana de 2016 para abrir los sabores hospitalarios de La orgía de los sabores, en uno de los hoteles más exclusivos del mundo: Villa Montaña Hotel&Spa.
Jardín del Edén
Orgía de lumbres, de selecta gastronomía michoacana y contemporánea, de spa de chocolate, barro maya, aguacate, fango floral o piedras calientes; de masaje y aromaterapia, de sol en la alberca climatizada con vista a la ciudad: ver Morelia y detener el tiempo. Resulta un pecado bajar a la ciudad y dejar ese jardín de rosas, camelinas, orquídeas, jacarandas, una pata de elefante de casi medio milenio de antigüedad, selectas palmeras imperiales. Un edén privado que alberga 36 villas estilo colonial mexicano con europeo rústico, todas con chimenea y con obras de arte del novohispano y arte de todo el mundo, colección exclusiva del Conde Philippe de Reiset (que vive en la villa) y ambientadas con libros. Elegancia de hacienda del temprano siglo XX, con muros de cantera rosa y techos de teja.
¿A que huele el fuego?
Tan lejos y tan cerca de Morelia, a 15 minutos. Con el único Spa que cuenta un hotel en Morelia, con 10 años de experiencia resulta un lujoso encuentro con las manos de sus masajistas profesionales y con el fuego cual terapia de humo en la villa. ¿A que huele el fuego? Memoria del tiempo de la madera que cruje en lo profundo del corazón, arde al olfato: hipnótico conversa sobre el azar de la braza del fuego siempre nuevo. Y en la mano una copa de la selecta cava del restaurante.
Fina gastronomía herencia de 50 años de historia
Herencia de su primer dueño Raymond Coté, que en 1959 compró la villa y construyó 73 habitaciones. Cocinero y operador él mismo. Logró hacer un recetario regional dándole un sello exclusivo al Villa Montaña, dejándole ésta herencia culinaria la actual dueño a quien vendió en 1973, y que continúa con una gastronomía donde las corundas, uchepos, sopa tarasca y enchiladas placeras, reinterpretados, con los postres, son legendarios para degustar desde la terraza del restaurante-bar con la vista panorámica a la capital de Michoacán.
Su ensalada Villa Montaña (lechigas, espárragos y echalotte), ceviches reveladores, el pato a la cereza negra, el conejo al horno y vino blanco, sus pastas de corte italomexicano, los cortes puntuales, el salmón al tequila, pescados y mariscos de corte autodidacta del chef acapulqueño José Manuel Gómez, que ha seguido fiel a la tradición del Villa Montaña por 12 años y que cambia menú cada seis meses, cuando los comensales se lo permiten, pues no puede dejar fuera sus clásicos de Villa Montaña.
El Dato
Villa Montaña Hotel & Spa
Miembro de Hoteles Boutique de México
https://www.hotelesboutique.com/
Tel: +52 (01) 322.221.2277
Toll Free USA & CAN: 1 855 223 6061 / MEX: 01-800-508-7923
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Lada sin Costo 01 800 9633100