Hotel Boutique Matlali, un edén para el descanso
El la Riviera Nayarit el desarrollo turpistico que a alcanzado un nivel de acreditación y excelencia premium; el conjunto tiene 40 villlas.
La punta del mar entre la Bahía de Banderas y la Riviera Nayarit se ha convertido en cónclave selecta para el turismo nacional y mundial: La Cruz de Huanacaxtle, antiguo y hermoso pueblo de pescadores donde se estableció uno de los mercados de mar mas antiguo del país. Sus mares color azul esmeralda de aguas tibias, que recuerdan las idílicas playas donde Robinson Crusoe habitó, son la entrada de la exhuberante Punta de Mita, con sus resorts de gran lujo, y las playas de Sayulita, mar para surfistas, a sólo 35 minutos de Puerto Vallarta. Un edén para el descanso, un mar que deja sin aliento al visitante.
El verde de la Sierra Madre y la veloz carretera ropen el cansancio del viaje. A cinco minutos del pueblo y mar de pescadores de La Cruz de Huanacaxtle se levanta el consorcio del hotel boutique Matlali (azúl en náhuatl), un conjunto de 40 villas sobre las laderas de la montaña, donde solo carros de golf hacen los traslados a los visitantes .
Las habitaciones recogen la sobriedad y el encanto para que el visitante no deserte de la tentación del descanso absoluto: un café y frutos en la habitación, salir a la terraza, extender la vista a toda la bahía y relajarse después de una visita al spa, de un día de pescabuceo, snorkel, paseo en catamarán, kayak, velero ó un poco de surf. Tomarse un cóctel natural en Eva en el Paraíso, a base de yerbabuena y albahaca, o sus esmeradas margaritas en el club de playa Eva Mandarina.
Un par de piscinas en hemicidio a dos niveles circundan ka vista hacia el mar; camas sobre el aguay una pared que finje ser cascada, alegres camastros dispuestos al rededor del bar y un jacuzzi al sol para relajar los músculos. Al fondo solo la selva y el mar.
Un piso arriba, con vista a la alberca, está la terraza del restaurante Raixes con una palapa monumental y una cocina mexicana contemporánea, en la que la experimentación de chefs de alta experiencia proponen, por ejemplo, la pesca del día, ceviches, presentando ene l desayuno platillos propios , e impactando en comidas y cenas. Atún al grill con vegetales, huevos Matlali con machaca y salsa pasilla, y un pescado fresco siempre se impone con una buena cava de vinos mexicanos.
Una de las opciones del hotel es chef privado en su villa, quien cocinará en la comodidad de su suite. Por la noche hacer caminatas a la alberca o al restaurante por sus senderos alumbrados resulta una experiencia inolvidable al disfrutar el ambiente de selva y mar.
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