El Blog de Deby Beard – Casa de Mita
El concepto de los hoteles boutique surgió en los años 80 y el auge se dio en los noventas; y al día de hoy cuentan con gran abanico de opciones para hospedarnos en ellos en México. Desde hoteles de ciudad, de aventura, de romance o de playa, las opciones para elegir unas vacaciones hechas a la medida llegan siempre a las mas altas expectativas.
Casa de Mita, una lujosa villa de playa con atentos cocineros y personal, es un hermoso hotel boutique all–inclusive sobre la playa desértica de Carreyeros.
El hotel, cuyo dueño es Marc Lindskog, está hecho de dos grandes casas de playa combinadas para crear una hermosa y cómoda posada. Los espacios interiores son detallados y finos a la vez, con bellos muebles tallados a mano y toques arquitectónicos que muestran la sencilla elegancia de este exclusivo refugio.
Las habitaciones están decoradas de distinta manera, con gran cantidad de cuadros mexicanos y toques personales, pero todas cuentan con un balcón con vista maravillosa hacia el océano.
A sólo 35 minutos del Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta, está cerca de la emoción del centro de Puerto Vallarta, pero lo suficientemente lejos para disfrutar del México virgen. No hay largas colas, no hay tráfico ni vendedores ambulantes; solo hay selvas vírgenes y kilómetros de playas prístinas, aisladas, el azul del mar contrastando con el blanco azucarado de la arena.
Casa Mita es el perfecto refugio con una ubicación idílica donde el sol pareciera acariciar la tierra y las brisas tropicales crean el ambiente perfecto para calmar el cuerpo, la mente y el espíritu.
El restaurante es un concepto flotante, el cual sirve la cena a un costado de la piscina debajo de un techo de paja, mientras que las otras dos comidas se sirven en donde esté el mobiliario del patio.
La pasión por la buena comida en Casa de Mita hace que verdaderamente disfrutemos de la fórmula del “todo incluido”, tanto así que puede considerarse como una característica más y llamarla “inclusión exclusiva”. Las actividades se enfocan en el privilegiado entorno natural pero, si hacer nada es lo que elige, entonces los anfitriones son expertos en hacer de ese placer un arte.
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