Casa Azul Monumento Histórico
Esta nueva travesía me llevo a Mérida; está ciudad que evoca épocas coloniales en dónde sin duda se ve reflejada la influencia francesa principalmente en las fachadas de los edificios. Todo esto lo pude observar mientras Abraham me llevaba al hotel.
Al llegar, definitivamente el lugar le hace honor a su nombre “Casa Azul”, las paredes pintadas en un tono azul grisáceo hermoso. El recibimiento sumamente cálido por parte de todo el staff que estuvieron atentos a mi llegada. En recepción, me ofrecieron una piña colada para refrescarme y aunque ya era tarde aún se podía sentir el clima cálido de esta ciudad.
Cuando una entra es imposible dejar de voltear alrededor pues el lugar está lleno de detalles, muebles a la usanza, decoraciones, lámparas, todo esto en una casona francesa de patio central y corredores que comunican los accesos a las habitaciones.
La casa está protegida por el INAH por lo que la distribución de la casa debió mantenerse, los pisos son originales y en resumidas cuentas el inmueble es monumento Histórico de la ciudad de Mérida.
Pamela -encargada de ventas- me dio la bienvenida y me invitó a conocer el resto de la casa. Cada habitación tiene el nombre de un santo, cada una decorada en un color distinto, sin embargo, manteniendo la armonía del lugar.
Las habitaciones sumamente amplias y lo que es sorprendente es que los baños de las máster suites son del mismo tamaño que la habitación y además cuentan con tina de hidromasaje.
Uno de los detalles que más capto mi atención es donde tienen en un perchero un sombrero de palma y una sombrilla ambos a la venta e ideales para cubrir el sol cuando salgan de paseo. Además todos cuentan con arreglos de flores naturales. Las amenidades son orgánicas yucatecas e incluyen un zacate de fibra natural.
Después del recorrido me instale en mi habitación; un frutero de bienvenida, jacuzzi decorado con pétalos de rosa, además de las amenidades que incluyen también sales de baño.
Antes de disfrutar del jacuzzi fui a cenar. Miguel -mi mesero- estuvo súper atento a lo que ocupara. Hay dos áreas en donde se pueden tener los alimentos, ya sea en el jardín o en una pequeña sala. La sala es un comedor cerrado con aire acondicionado, todo bellamente decorado en tonalidades azules.
Como la noche había refrescado decidí comer afuera y disfrutar de la belleza del jardín central, que si bien no es muy grande, tiene muchos elementos que lo hacen un lugar mágico… una fuente, pajareras con velitas y una banquita para descansar.
Para la cena opté por platillos yucatecos. Para mí no hay nada como disfrutar y probar la gastronomía local para aprender un poco más sobre la cultura de la región; sopa de lima y queso relleno, absolutamente deliciosos, el queso además acompañado por tortillas hechas a mano. El menú de cena cambia diariamente, son menús de 4 tiempos.
Después me dispuse a disfrutar del jacuzzi un rato y después a dormir. Sin duda, tienen camas muy cómodas.
Por la mañana desayune con Pamela quién me conto más sobre el hotel y la reconstrucción del inmueble. El menú de desayuno tiene diversas opciones para todos los gustos. No pueden perder la oportunidad de probar el pan dulce que es único así como los huevos motuleños, también típicos de la región.
Y que mejor para apaciguar el calorcito de esta ciudad que la piscina, la cual se encuentra localizada al fondo de la casa y es muy acogedora. Tiene un par de camastros y una salita además de un jacuzzi. Los meseros además siempre estarán atentos por si requieren de alguna bebida o snack.
Antes de partir pase al comedor donde ahora seleccione la ensalada Santa Isabel y los panuchos. Por cierto todas las comidas son acompañadas de una deliciosa salsa de habanero, solo para paladares entrenados =)
- Etiquetas:
- Tips Boutique
Leave a Reply