Muchas son las versiones de los orígenes de la tendencia de los Hoteles Boutique en el mundo. Los liberales y Hipsters la sitúan en Nueva York  a inicios de 1,980. Otros un poco más conservadores prefieren recabar en la historia y tomar las definiciones de la escuela europea la cual data de principios de 1,930 e incluso algunos la sitúan históricamente en el siglo XVIIIdefiniendo su origen en los hostales y hosterías propias de los caminos provinciales que permitían el comercio entre países de la vieja Europa.

Su apelativo “Boutique” proviene del galicismo “boticle” (siglo XIII) que significa taller, del origen  griego “apothéké” que derivó posteriormente en bodega, botica y boutique. Este término atribuye cualidades de venta de productos únicos, personalizados y en muchos casos artesanales, como vino, cerveza casera, medicinas y artesanías o souvenirs.

Hoy, la hotelería boutique la podemos definir como una oferta de establecimientos de hospedaje independientes que se caracterizan por tener tamaños íntimos, servicio anticipado y personalizado (muy diferentes a los de cadenas hoteleras de gran tamaño), ubicaciones convenientes y un alto sentido del gusto, además cuentan normalmente con atributos adicionales tales como una excelsa arquitectura y diseño, calidez, calidad, personalidad, identidad y cada uno posee un concepto original.

La piedra angular que basa la operación de estos hoteles es el enfoque al detalle; su tamaño le permite conocer a su cliente y por lo tanto brindarle un servicio único a cada uno de ellos en el entendido de que la motivación de viaje de cada huésped tiene necesidades y expectativas diferentes.

Algunas personas atribuyen que estos hoteles siempre son lujosos, confundiendo los conceptos de lujo y exclusividad. Un hotel boutique no necesariamente ha de ser de precios elevados, pero si debe ser exclusivo y original en su oferta, entender su nicho de mercado y anticipar las necesidades del mismo, Bien define el término usado por nosotros la esencia de nuestras propiedades: “Pequeños Detalles… Grandes Diferencias”.

Estos hoteles han llegado para quedarse, algunos pensaron que serían moda pasajera, una tendencia más en la industria del turismo; sin embargo el paso de los años han demostrado que quien los conoce repite, crea un nuevo vicio de diversión, quiere conocer más, empieza a buscar sólo BOUTIQUE sin importar la razón de su viaje (negocios, familia, romance, amigos, cultura). Lo más interesante de esta tendencia es que ningún hotel se parece a otro, todos son diferentes e irrepetibles, los hay en todos lados, creando magia y espacios en los que uno se quiere quedar a vivir… eso pasa en los hoteles que son hechos por y con amor.