En lo que parecía ser una tranquila noche en Hoteles Boutique de México, una llamada a nuestra LADA sin costo hizo sonar el teléfono. Era una persona que preguntaba por nuestro querido hotel Argovia Finca & Resort, ubicado en un hermoso entorno natural: Tapachula, Chiapas.

Al principio todo parecía indicar que sería una llamada para pedir un poco de información general sobre el hotel y sus servicios, sin embargo el permanecer tras el teléfono y comenzar a escuchar el motivo por el cual nos marcaron, hizo que mi interés incrementara de manera especial.

Heidi Von der Rosen era quien esa noche decidió dar el primer paso contactando a Hoteles Boutique de México para otorgar un hermoso y memorable regalo para su madre la Sra. Ingerborg Von der Meder, quien en este año celebrará su cumpleaños número 86: UN VIAJE AL HOTEL ARGOVIA FINCA & RESORT

Si el querer regalar un viaje para tu madre de 86 años a un lugar en donde reina la paz y el estrecho contacto con la naturaleza te hace entrar en completa relajación suena ya de por sí algo sensacional, permítanme ahora agregar el hecho de que justamente ahí, donde ahora se erige el hotel Argovia fue  ¡EL HOGAR QUE LA VIO NACER!  en el año de 1931.

Es algo que sin duda alguna hizo erizar mi piel de emoción, el pensar que esa noche Heidi me había hecho partícipe de algo tan significativo y especial. La confianza depositada en Hoteles Boutique de México y a nuestra experiencia en diseño de viajes me hizo estar aún más contenta de haber recibido esa llamada.

Comenzamos con los preparativos, tenía que ser algo cuidado con sumo detalle partiendo desde la selección de la habitación, por lo que la «Cabaña Primavera» ubicada en un área de fácil acceso y con vistas impresionantes hacia la sierra y su verdor sería la mejor opción. Un ramo de flores exóticas, cultivadas dentro de la propiedad que presume de ser auto-sostenible, un delicioso pastel de cumpleaños y café recién molido directo desde las cafetaleras de la finca serían el marco perfecto para una cálida bienvenida.

Después de una serie de cambios de último minuto se llegó el día en que Doña Ingerborg estaría una vez más en aquel lugar que ella tanto quiere y que trae tantos recuerdos a su memoria. Nuestros colegas en el hotel se encargaron de hacerla sentir como si realmente estuviera en su casa, que para ella lo sigue siendo. Recorridos por la zona, visitas al restaurante Tierra de Café y los maravillosos tours por la finca guiados magistralmente por Andrés complementaron su estadía.

Sin embargo hay un hecho que hace aún más maravillosa esta historia. El Sr. Sánchez quien funge actualmente como gerente general del hotel, se encargó de llevar personalmente a Doña Ingerborg hacia la casita donde nació y que aún a pesar del tiempo, pero por supuesto con su debido mantenimiento, sigue conservando su estructura original.

Al llegar ahí la emoción invadió a todos los presentes, el hecho que la señora llegara y tuviera de frente su casa fue realmente emotivo. La parte coyuntural de llevarla hacia esa casa fue que le tenían preparada una sorpresa. Fingiendo que «alguien» por un «descuido» dejó un pedazo de manta colgando del techo de la entrada de la casa, el Sr. Sánchez se dispuso a quitar esa manta que daba aparente mala imagen a la entrada, cuando retiró la manta un hermoso letrero tallado en madera anunciaba el nuevo nombre que a partir de ese día  llevaría la casa: «CASA DOÑA INGERBORG» 

Sucesos como este hacen que valga la pena hacer tu trabajo con entrega y cariño, agradecemos una vez más a la familia VONDER ROSEN – VON DER MEDER, vuelvan cuando quieran a «su casa».

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